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María Paz Carvajal
En marzo, Lucía Frías (76) solía programar su semana con diversos cursos en una caja de compensación. Como vive frente a la Universidad de Chile, le bastaba tomar el Metro y bajarse en la siguiente estación. Este año, Lucía tiene susto y no sabe qué hacer. "El otro día traté de tomarlo, pero justo me enteré de la noticia de otro caballero al que le dio un infarto en el Metro y me arrepentí. Uso bastones, así es que a las micros no me subo; entonces para visitar a mi hermana en San Miguel tomé un radiotaxi ($6.000 ida y vuelta), pero si sigo así se me va a acabar la plata. El Transantiago le achicó el mundo a los mayores".
Tanta es la molestia de Claudio Munita, que a sus 89 años se dio el tiempo, la semana pasada, de ir al cibercafé Cyberalia, de Apoquindo, y solicitar que enviaran por fax una carta a "El Mercurio", en la cual expuso sus reclamos.